Desde luego,
hay que tener en cuenta que dependiendo del lugar en el que te encuentres debes
medir tus palabras. Si eres xenófobo y te encuentras rodeado de diez
homosexuales es obvio que no vas a soltarlo a los cuatro vientos. O si eres un
periodista antifascista y te ha tocado cubrir una entrevista con Berlusconi no
le vas a decir: "Es usted un ser despreciable". No. Hay que ser discreto y saber
cuándo poder expresar tus pensamientos.
También los hay
que lo hacen por beneficio propio, sí. La mayoría de jefes suelen ser unos
cabrones, pero bueno, habrá que ponerle buena cara para no quedarnos en el paro,
¿no?, aunque luego cuando salgamos de su despacho, o cualquier lugar donde se
encuentre el Boss, lo "vistamos de limpio".
Pero, según mi
punto de vista los peores son ¡los que utilizan la hipocresía como estilo de
vida! ¿Cómo es posible que una persona, sea cuando sea, esté en el lugar que
esté, siempre siempre siempre, diga lo contrario de lo que piensa?, ¿cómo es
posible que esté defendiendo cualquier tema y al día siguiente esté difamando
sobre eso mismo?
No sé, supongo
que en esta vida hay de todo, pero definitivamente, siempre, hay que ser honesto
y defender nuestros propios ideales.
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